¿Tendencia o plagio?

En los últimos días, internet se ha visto plagado de imágenes generadas por inteligencia artificial (IA) que imitan el estilo del Studio Ghibli. Al mismo tiempo, proliferan cientos de mensajes críticos con el uso de esta tecnología, denunciando la falta de respeto hacia los autores y el apropiacionismo ilícito.

Nosotros somos un estudio de diseño gráfico y marketing, una realidad que nos obliga a posicionarnos en este debate. Tras más de 10 años diseñando en Albacete para clientes de todo el país, hemos sido ilustradores, animadores y creativos. Sabemos valorar lo que implica trasladar una historia a imágenes atractivas y comunicativas. Al mismo tiempo, también somos usuarios de herramientas de IA para ciertas funciones del día a día. No pretendemos cerrar el debate, pero sí aportar algunas claves desde nuestra perspectiva:

  • Nada es completamente original. Todo artista tiene influencias previas, y con el tiempo puede convertirse en influencia para otros. Hayao Miyazaki ha sido uno de los más grandes directores de nuestra historia. No podemos impedir que tenga imitadores o discípulos —sean humanos o artificiales—. Ese es, en parte, el precio de la grandeza.
  • Miyazaki también bebió de muchas fuentes. Las historias que tanto nos gustan de su estudio no siempre son originales, sino adaptaciones animadas de narraciones preexistentes.
  • Por mucho que una IA sea capaz de ilustrar, nunca emocionará como lo hacen El viaje de Chihiro, La princesa Mononoke o El castillo ambulante. El éxito de esas historias no radica solo en su estética, sino en cómo están contadas, en el diseño inspirador de sus personajes y en su capacidad para conmover al público.

Como conclusión:

La IA es una herramienta que permite que algunas ideas se conviertan en imágenes con la misma rapidez con la que surgen. Pero hay creaciones que solo pueden hacerse al lento fuego de Calcifer: escenas únicas que no son meras versiones ilustradas de otra cosa, sino imaginación convertida en cine.

Lo que la IA no podrá reemplazar jamás es la toma de decisiones. Elegir mostrar una cosa u otra, redactar un prompt o apostar por lo orgánico es —y seguirá siendo— un acto humano.

Tu foto en el Arco del Triunfo versionada al estilo de Miyazaki puede ser divertida, pero la verdadera experiencia artística no es esa imagen: es tu viaje, la maravilla arquitectónica que capturaste y la película que inspiró esa estética.

La IA ha venido para quedarse, pero no para sustituirnos.

Imagen de precarga